“Nunca he visto a dos perros haciendo lo que estos dos hicieron”, dijo a The Dodo Eldad Hagar, cofundador de Hope For Paws en Beverly Hills, California.
Miley y Frankie se conocieron en recuperación después de ser rescatados por Hagar, pero antes de convertirse en la fuente de consuelo y apoyo del otro, ambos vivieron situaciones trágicas similares, a kilómetros de distancia el uno del otro.
La historia de Miley comenzó cuando un estudiante universitario llamó a Hagar con información sobre un perro que vivía encima de un montón de basura.
Cuando llegó Hagar, Miley no tardó mucho en simpatizar con él. Sin mucho esfuerzo, pudo atarla y alejarla de la basura.
Descansando su cabeza, Miley se sintió como en casa en el camino al veterinario.
“Durmió tres días”, dice Eldad en un vídeo del rescate. “No es sólo la curación física, sino también la curación mental”.
A continuación se muestra una foto de Miley en su primer día de curación. Cubierta de sarna y varias infecciones, le quedaba un largo camino por recorrer.
Ahí es donde Frankie entró en la vida de Miley.
“Estas dos criaturas simplemente se unieron”, dijo Hagar a The Dodo.
Al igual que Miley, Frankie vivía solo sobre un montón de basura cuando Eldad vino a rescatarlo, excepto que la casa de este pequeño chihuahua estaba en un túnel debajo de la Interestatal 5, una de las carreteras más grandes del país.
Se escondió detrás de su casa de basura cuando Eldad se arrastró hacia el túnel para rescatarlo, pero eventualmente Hagar pudo capturarlo y llevarlo al rescate donde Miley ya estaba ocupada curándose.
“Al principio no quería tener nada que ver con los humanos”, explicó Hagar, pero no le tenía miedo a Miley.
“Puedo tratar de hablar con Frankie y Miley y tratar de calmarlos”, dijo Hagar, “pero cuando tienen otra criatura con ellos, es su [propio] lenguaje”.
Después de estar aislados de los humanos y, probablemente, de otros perros durante el tiempo que estuvieron sin hogar, Miley y Frankie se entendieron.
Mientras estaba bajo el cuidado de Hope For Paws, Miley ayudó a Frankie a convertirse en un perrito juguetón.
Incluso dormían siestas juntos.
Todo eso ocurrió hace unos dos años.
“Ahora Miley tiene una casa increíble y tiene la mejor vida”, dijo Hagar. Como puedes ver a continuación, todo el pelaje de Miley volvió a crecer, al igual que su amor por la vida y todas las cosas energéticas.
Si bien muchos le han expresado a Hagar que desearían que los dos perros encontraran un hogar juntos para siempre, él explicó que, teniendo en cuenta la diferencia de tamaño entre los dos perros, tenía mucho más sentido encontrarles hogares que se adaptaran a las necesidades individuales de cada perro. .
“Vive feliz con muchos otros pequeños chihuahuas”, dijo Hagar sobre Frankie.
